Ante las palabras del joven, Anna sonrió y negó con la cabeza.
―Supongo que, después de descubrir que te he estado mintiendo todo este tiempo, no te interesa… ―
― ¿Bromeas? Ahora más que nunca estoy interesado ―dijo Joel antes de girarse hacia su hermano, quien comenzó a negar con la cabeza
―Por la sagrada Diosa, ¿puedes hacer el favor de dejarla en paz? Ahora sí que está fuera de tu alcance ―dijo Michel sonriéndole a Anna
―Lastimosamente, tienes razón ―dijo Joel encogiéndose hombros ―Entonces, ¿qué dices? ―
―Si tu te quedas, yo me quedo, alfa ―dijo Michel ―Y aunque no lo hagas, también me quedaré ―
―Bien dicho ―dijo Joel antes de dirigirse a Kenneth, Isamu y a Hank ― ¿Ustedes que dicen? ―
―Yo me quedo ―dijo Hank Armstrong ―No nos conocemos bien todavía, pero, nosotros, tenemos una alianza, ¿no es así, alfa? ―le preguntó a Anna, quien asintió
―Muchas gracias por su ayuda, joven alfa ―dijo Anna dedicándole una pequeña inclinación con la cabeza
―Yo me quedo, tu ve adentro con mamá ―le d