La respiración de Kogan era agitada, estaba cansado, pero nada que un licántropo alfa pueda soportar, él y su lobo, seguíamos peleando por el control. Cada uno saciaba su apetito sexual hasta venirse por tercera vez esa noche, era la primera vez en sus 9 siglos y medio de vida que se sentía satisfecho. Anteriormente Kogan era un desgraciado con las lobas que estuvo, las trataba como objetos, llegaba al clímax, pero nunca se sentía conforme y de inmediato las tiraba fuera del lugar donde estuviera. Ahora lo comprendía, su pareja era la única que podía llevarlo al borde de la locura y se enojó consigo mismo por no esperarla. Nunca se encariñaba con ninguna, solo era una aventura de una noche, se había mentalizado que no necesitaba pareja después de tanto buscar y nunca hallarla. Se obligó a pensar de esta manera, al ver a sus hermanos menores encontrar uno por uno a su compañera y él seguía sin encontrar a su luna. En el futuro Kogan y Rax tomaron el lugar de su padre como Rey de l
Cristal abría lentamente sus ojos después de estar en la oscuridad, la luz del sol molestaba su vista y se cubría con sus manos. Este ligero movimiento la hizo percatarse que su cuerpo estaba cansado y ¿adolorido? —¿Por qué… tengo… tanto dolor? — balbuceó, sentía fuertes golpes y arañazos — Tal vez sea el cansancio — decidió dormir un poco más. Al cerrar sus ojos las imágenes invadieron su mente, veía a Kogan, él la acariciaba, la besaba y ella le correspondía, de un momento a otro ambos estaban sin ropa — Mmmmmm… — gimió al recordar su lengua devorando sus pezones y su miembro deslizarse entre su vagina. — ¡Solo esto me faltaba! ¡tener un sueño erótico con este sujeto! — espetó, frotando sus ojos tratando de volver a la realidad según ella. Deseaba estar con él, pero ella no iba a ser una más del montón — ¿Cómo llegué aquí? — se preguntó al ver la habitación donde se encontraba. Estaba analizando sus dolores, ese delicioso sueño y ahora la habitación, no se movió al sentir su cue
Kogan caminaba por el pasillo pensando en su pareja, por primera vez en sus 9 siglos de vida, había podido dormir sin preocupaciones, tenerla en la seguridad de su manada y a su lado, lo hacía sentir en tranquilidad, después de pensar por 2 siglos que su compañera estaba muerta. En varias ocasiones abrió sus ojos, debía reunirse con sus betas cada mañana, pero después de pasar la primera noche con su pareja y sentir su aroma que lo tranquilizaba, no desea despegarse de ella. — He traído a mi compañera quiero que refuercen la seguridad por todo el territorio — declaró, apenas llegó a una gran sala de reuniones donde sus betas lo esperaban — Solo debemos preocuparnos por una frontera, pero la aparición de la Luna de esta manada la hace el objetivo principal de nuestros enemigos — al ser Cristal una humana, Kogan la sentía más vulnerables que las parejas de sus hermanos. La manada de los REAL BLOOD son extremadamente fuertes, sus lobos son más grandes que los de las otras manadas, todo
2 días habían transcurrido la habitación de Kogan estaba hecha pedazos, ella había destruido todos los muebles incluyendo su ropa y le arrojaba todo lo que pudiera. Su luna seguía sin querer escucharlo, mientras que él y su lobo extrañaban su cuerpo, se les hacía imposible controlarse al sentir su exquisita esencia por la mansión, deseaban golpear con fuerza su gran trasero y que fuera aún más descarada que la primera noche que pasaron juntos. Él comprendía que esa noche su pareja actuó por la orden que Rax le dio, ella no estaba del todo consciente de sus acciones por el extraño vínculo que los unía. La manada de Kogan habían sido testigos del intento de marcharse de su luna, los golpes que le proporcionó y también sabían de lo ocurrido en la habitación. Es imperdonable que alguien golpeara a su alfa no solo una sino dos veces, fue uno de los motivó para que un grupo de sus lobos exigieran que la cambiara, porque al saber que es humana, creyeron que Kogan había llevado un juguete
— ¡LOS CENTINELAS NO SE DIERON CUENTA! — Kogan golpeó con fuerza el escritorio al enterarse que su luna había podido burlar la seguridad que hace 2 días habían mejorado.— Roland y un grupo de lobos la persigue por el bosque — informó Clair a su Alfa.— ¿Está en el bosque? — preguntó con asombro — ¿Cómo llegó tan lejos! — gritó Rax, mirando a su beta.Clair es la tercera al mando y al ser hembra la dejó a cargo de su luna, ella es inteligente y fuerte, se ganó su lugar al derrotar a varios de los mejores lobosOtra razón porque fue elegida como beta fue que nunca vio a su alfa con lujuria como las otras lobas.Muchas deseaban ser la media luna, se pensaba que la pareja de Kogan estaba muerta, no es normal que un licántropo esté sin pareja por tanto siglos y había muchas queriendo ocupar ese lugar.Kogan y Clair no tardaron en llegar hasta donde Roland la tenían acorralada, era digna de ser su pareja, nunca un humano había llegado tan lejos — Luna no se resista — — No quiero… estar… a
— Ya están cambiando todos los muebles de tu habitación y ordene poner jarrones más grandes y resistentes, para que la luna te los pueda arrojar varias veces — Kogan se detuvo de caminar y volteó a ver a Roland. — ¡Me alegra que te estés divirtiendo! — le dijo en sarcasmo. — Es lo mejor que he visto en los 9 siglos que llevo contigo — le dijo Roland con una gran sonrisa en su labios, llegando a su despacho comenzó a informarle cómo su luna había podido salir sin ser detectada — La descubrieron por qué tiene tu aroma y por eso pudo salir de la mansión sin problemas — — ¡Sé que tiene mi aroma! Rax se encargó de dejarlo en su cuerpo — — ¡Kogan llegó hasta el bosque, porque pensaron que estaba marcada! Los centinelas que rodean la mansión sintieron tu esencia — le explico — Y los que vigilan la entrada mencionaron a la luna, al sentir tu olor en ella y fue donde la vi caminando fuera de la muralla — — No la hemos marcado — aseguro. — Tiene por completo tu olor, una loba no marcada
7 días habían transcurrido, Cristal no sabía nada de sus hijos, esto la hacía estar más enojada y más preocupada cada día, la habían despojado de todos los medios que tenía para comunicarse. Había escondido bien su Ipad, pero no se atrevía a utilizarlo esperando el momento correcto, en los últimos días ella estuvo recorriendo la mansión, había hablado con los sirvientes y había visitado los alrededores. Comenzó actuar de esa manera para que todos creyeran que ella ya no intentaría escaparse, en sus recorridos llegó a una gran habitación donde había una colección de autos de lujo y motos. Era lo que ella necesitaba para poder atravesar ese bosque, sus hermanos le habían enseñado cómo encenderlos sin la llave era fácil utilizando los cables correctos. Ya las personas no la miraban con mala cara, había hablado con muchos de los lugareños, todos la llamaban luna, ella no comprendía porque se le referían de esa manera y se los permitió siempre mostrando una gran sonrisa falsa. Cristal
— ¡Cómo logró escapar esta vez! — espetó Kogan enojado. — Los centinelas me informaron que la Luna les ordenó entrar a la mansión — — ¿No vieron la moto? — preguntó Clair. — ¡Lo hizo a través del enlace! — informó Roland. — ¿Es humano cómo puede usarlo? — soltó ella asombrada, Kogan se hacía la misma pregunta cada día tenía más dudas que respuestas de su pareja humana. — Pensaron que le había ocurrido algo y dejaron su posición, ya le avisé a Sam que la hallara, él estaba por llegar a la entrada de los dominios — — ¿Y los que custodiaban la muralla? — — Creyeron que le habías permitido salir — — ¿Por qué nadie de los lobos que están patrullando no la detuvieron? — preguntó controlando su enojo Kogan. — Mi luna tiene tu aroma todos piensan que ya fue marcada — aclaró Clair — le ordene a uno de los omegas que la detuviera — Roland y Clair iban a toda velocidad explicándole a su alfa como de los 300 guerreros que vigilan a su manada sólo 1 había intentado detenerla. Habían