"Pero me llego el momento y quise ser mas fuerte, Ahora estoy tan convencida que no debo verte..."
Oshin Itreque
Desperté por el peso de Roderick encima de mí. Su cuerpo estaba pegado al mío como un cachorro dormido, atrapado en una postura incómoda pero completamente adorable. Su expresión era tan tranquila, tan pacífica, que me hizo sonreír con suavidad. A veces, me olvidaba de lo joven que era, de lo vulnerable que podía llegar a ser, sobre todo cuando estaba tan relajado. Sus ojos cerrados y su respiración profunda me daban la sensación de que estábamos en un pequeño refugio de calma, completamente aislados del mundo exterior. No pude evitar reírme por lo gracioso que se veía, con sus brazos extendidos y la cara aplastada contra la almohada, como un niño pequeño.
Lo saqué de encima de mí con cuidado, intentando no despertarlo. Él se quejó ligeramente, pero no se movió, lo que me dio una sensación de alivio. No quería que se despertara de golpe y comenzara a preguntar cosas inne