Capitulo 6 —La Cava
Narrador:
—Creí que buscabas a Leo —dijo, sin levantarse.
—Sí —contestó ella, la voz rota —Pero no lo encuentro.
Él dejó la copa sobre la madera con un sonido seco y se incorporó despacio. No hubo prisa en sus movimientos; todo en Rodrigo era control y tensión contenida. Se acercó hasta quedar a un paso. Lucía sintió cómo el aire se estrechaba entre ambos, como si el cuarto fuera a exprimirles el poco aliento que quedaba.
—¿Estás bien? —preguntó él, sin atisbo de condescendencia, solo una curiosidad que mordía.
Lucía no respondió con palabras. Sentía la culpa punzándole el estómago, la vergüenza pegada a la garganta. Quiso dar un paso atrás, pero sus piernas no obedecieron.
Rodrigo alargó la mano y, con un gesto lento, le apartó un mechón de pelo que le caía sobre la frente. La yema de sus dedos rozó la piel de su mejilla; ese roce fue suficiente para encenderle todo el cuerpo. No hubo ternura en el gesto: había intención, y también una invitación que no se podí