Te va a crecer la nariz James, digo Jared. —Suelto un hipo—. ¿Nunca te hicieron el cuento de Pinocho?
—Había olvidado lo mucho que hablas cuando te emborrachas.
—¿Por qué me llevas a dormir? Yo quiero seguir con la fiesta.
—Ya has tenido suficiente descargando tu ira con aquel hombre.
Suelto una carcajada y sigo caminando mientras Jared me sostiene para que no caiga directo al suelo. De alguna manera que no consigo recordar muy bien logró convencerme de ir a descansar.
Todo a mí alrededor da vueltas y vueltas.
—Se merecía todo lo que le dije, vino a aguarme la fiesta.
—Claro.
El elevador se abre y ambos entramos. Aprovecho para recargarme de una pared y soltar todo mi peso. Jared se queda frente a la puerta y me tomo la oportunidad de mirarlo, con su traje de príncipe parece una persona totalmente distinta al chico que conocí o creí conocer, ahora no tengo idea de quién es la persona que tengo delante.
—¿Estás bien? —Se gira hacia mí y asiento.
Las puertas vuelven a abrirse y se acerc