Kylliam y yo permanecemos en silencio después de que esas palabras abandonasen sus labios. Mis manos seguían tomando las suyas y lo miré a los ojos intentando entender un poco esa personalidad tan confusa que tiene.
¿Quién era verdaderamente el chico que tenía en frente? Todos dicen que es una persona sin corazón pero aquí frente a mi tenía a una persona totalmente distinta, con una mirada cálida y agradable.
De repente se removió incómodo y se aclaró la garganta, apartó sus manos de las mías y desvió la mirada hacia la derecha del parque como si allí hubiese algo muy interesante, estaba huyendo de mi mirada.
—Creo que debemos irnos, ¿no? —me pregunta nervioso y no puedo evitar reírme porque he logrado que Kylliam Wesh se ponga nervioso—, está haciendo algo de frío.
Asiento y me pongo de pie dándole la espalda y dispuesta a marcharme, pero cuando doy dos pasos su mano toma mi brazo y me hace girarme, dibuja una sonrisa en su rostro antes de hablar.
—Ten —me dice pero no entiendo a qué