Libro II Continuación de “El esposo de mi Jefa” Denise Versini ha trabajado muy duro para obtener el puesto que ahora tiene como directora de la empresa de su madre Mónica, a pesar de los malos tratos que su propia mamá le dio, ella se enfocó de ganarse un puesto digno en la empresa y en la sociedad. Sin embargo, durante mucho tiempo su madre tenía en mente hacer negocios con la familia Harper, ella no estaba segura de querer sociedad con esas personas que tanto daño le hicieron a su madre. Pero ya que ella era la dueña de todo, no tenía más opción que aceptar asociarse con esa empresa. Pero con lo que esta joven empresaria no contaba era con que a Mónica se le metiera en la cabeza la absurda idea de querer involucrarla con el hijo de Phil Harper. George poseía una participación sustanciosa en la compañía de su padre, y ese fue el impulso para que a Mónica se le ocurriera la idea de que ella debía casarse con el hijo de su enemigo. Obligada a aceptar la imposición de su madre ya que podría perderlo todo, Denise accede, sin embargo, le cuesta mucho acercarse a George ya que no es de su agrado, o eso es lo que ella cree. Por otro lado, George Harper se siente verdaderamente atraído hacia ella y hace lo imposible por sacarla de su zona de confort sin saber que detrás de todo aquello él podría perder su fortuna y parte de la compañía de su padre.
Ler maisDenise observa como Phil Harper revisa cuidadosamente los documentos que ella le toco revisar la noche anterior hasta desvelarse y todo por culpa del maldito de George Harper. La joven aprieta la mandíbula al sentir como ese patán de George la miraba como idiota.
—No veo nada inusual en este pedido señorita Versini —Phil levanta la vista para ver la expresión tensa de la joven —. Todo parece estar en orden.
“Y como no va a estar en orden y el patán que tiene como hijo me obligo a revisarla”
—Por supuesto, todo tiene que estar en orden.
—No hay razón para no hacer negocios con su compañía.
—Eso le complacerá a mi madre.
Phil medio sonríe, piensa que quizás esa chica era muy joven para llevar las riendas de la empresa de Mónica, pero esa mujer era capaz de todo para que todo el mundo trabajase para ella.
—Sí, seguro que sí. George, ¿ya has revisado estos documentos?
—Claro padre, detenidamente —responde mirando a Denise fijamente, el joven se encontraba detrás de su padre.
—Muy bien, me parece bien entonces…—Denise y él se miran a los fijamente y fue como si ambos recordaran ese beso.
Bueno ella lo mantenía muy presente, porque luego de propinarle una cachetada a George le exigió que no volviera hacer una asquerosidad como esa. Desde allí el CEO se mostró frío con ella y la obligo a cambiar la lista que su madre le impuso por la verdadera.
Aquello no la iba a complacer, pero si quería hacer negocios con esa gente debía aceptar todo. George Harper estaba muy al pendiente de los negocios de su padre, nada se le pasaba por alto.
—La señorita Denise ha sido muy amable en compartirlo conmigo antes de mostrártelo a ti, cuando lo vi me pareció que estaba perfecto —ella tensa la mandíbula, ese sujeto estaba acabando con su m*****a paciencia.
—Sí, está perfecto y todo esta legal con su compañía —dice tomando un bolígrafo lo que entusiasmo a Denise, cuando ella ve que Phil firma el papel sonríe internamente.
En cuanto termina le pasa el documento a su hijo en vez de a ella cosa que la hace fruncir el ceño.
—Ahora te entenderás con mi hijo George, él estará a cargo de este negocio. Y si su firma no está en ese documento entonces los negocios no serán válidos.
—¿Qué está diciendo? Mi madre me dijo que los asuntos serán enteramente con usted.
—Mi hijo es el dueño del 40% de mi empresa, por ende, he hecho importante su firma en cualquier documento.
Denise se queda estupefacta ante la noticia, su madre no sabía nada de eso, de hecho, nadie estaba al tanto de que George era el dueño de casi toda la empresa.
La joven parpadea reiteradas veces al darse cuenta del gran problema en el que se estaba involucrando con ese Harper de m****a.
—Bueno, si gusta podemos pasar a mi oficina señorita Denise —ella aprieta las piernas ante la petición de George, era un impertinente de lo peor.
Denise le sonríe a medias y se pone en pie, luego baja la mirada hacia Phil y le tiende la mano.
—Es un placer hacer negocios con usted señor Harper —George observa ese apretón de mano y frunce el ceño.
—Igualmente—Phil le sonríe amablemente a Denise.
La joven se da la vuelta para dirigirse hasta la salida sin siquiera observar a George, el CEO más joven la sigue manteniendo su postura. En cuantos ambos abandonan la oficina de Phil es cuando Denise se atreve a mirarlo de nuevo.
—¿Dónde vamos a firmar?
—Por aquí…
Ella lo sigue sintiendo que por dentro que se estaba rebajando ante ese patán, pero que otra opción tenía. Necesitaba completar esos negocios o le iba a ir muy mal con su madre, de por sí que tuvo que modificar la m*****a lista a gusto de los Harper.
Eso sí que le iba a causar muchos problemas, Denise niega internamente, no necesitaba preocuparse por eso en esos momentos. Por ahora solo debía terminar con aquel negocio o mejor dicho empezar.
Ambos llegan a la oficina de George y aquella era aún más impresionante que la de su padre, era evidente que les iba muy bien a esa familia. Ingresa en la misma buscando tomar asiento de inmediato.
—Me gustaría que termináramos esto de una vez por todas, tengo asuntos que resolver en mi oficina.
—¡Claro! —George se sienta, abre la carpeta y le tiende un bolígrafo a la vez que le ofrece los documentos —. Firma…
Ella duda un segundo, pero luego toma el bolígrafo y firma rápidamente. Al levantar la vista se da cuenta de que George la miraba fijamente, de inmediato siente que su corazón se acelera.
George toma el bolígrafo y también firma los documentos.
—Te haré llegar una copia de estos documentos.
—Muchas gracias —dice ella poniéndose en pie y George hace lo propio.
—¿Qué te parece si celebramos esto? —Denise sonríe con burla.
—Ni muerta celebro nada contigo.
—¿A si? —George introduce sus manos en los bolsillos—. ¿Acaso estás pensando en el beso que te di anoche?
Su impertinencia era agotadora para ella.
—No te basto con la cachetada que te di, ¿quieres otra? —gira su cuerpo para dirigirse a la salida, pero de la nada la figura de George le interrumpe el camino.
—Entonces, ¿no aceptas?
—Desde luego que no, no sé de dónde sacas que yo iría a celebrar contigo —sigue respondiendo en forma de burla.
—¿Y porque no?
—Porque los Harper para mí no valen nada.
Su contesta provoco que George se llenara de ira, esa chica sí que era una contestona. Aprieta la mandíbula al mismo tiempo que da un paso decidió hacia ella pudiendo percibir que Denise retrocede notándola algo intimidada.
Los ojos de George se entrecierran un poco debido a ese hecho, ¿causaba algún efecto en ella?
—Eso piensas de nosotros entonces…—responde dando algunos pasos más hacia ella.
—Por supuesto —Denise sabía que jugaba con el diablo en persona, y aquella situación con George la hace tragar saliva al mismo tiempo que retrocede debido al espacio que ese patán le ofrece —. Me haces perder el tiempo, Harper.
—¿Eso crees?
El trasero de Denise choca contra el escritorio de George, la joven posiciona ambas manos sobre la mesa para mantener el equilibrio, sin embargo, le estaba costando un poco debido a la extrema cercanía de ese hombre.
—Eres un idiota, y estoy segura que lo sabes muy bien —a pesar de su miedo lo enfrenta.
—¡Puede ser!
George acaba con el poco espacio que existe entre ellos dos, posiciona ambas manos junto a las Denise y acerca su rostro tanto al de ella que hasta puede sentir la respiración de esa mujer.
—Ni se te ocurra cometer una estupidez, porque te juro que…
Pero ni logra terminar de soltar su amenaza cuando George se apodera de sus labios de una manera bastante feroz.
Por parte de Denise forcejea lo mejor que puede para intentar alejarlo, pero no le resulta y solo consigue que él envuelva su cintura con unos de sus brazos reforzando aquel beso. Tan rápido como la unión de su bocas tomo fuerzas, George se mete en medio de los muslos de Denise.
Para ese momento ella ya no le era tan indiferente a sus besos y termina por abrir un poco más sus piernas para él, el CEO envuelve su cuerpo con ambos brazos y estrechando su cuerpo con fuerza.
El beso se tornó más violento y caliente y para ese entonces George comenzó a deslizar sus manos hacia los senos de Denise y en ese instante ella reacciono y lo separo de inmediato. Denise se baja de la mesa y abofetea a George con bastante violencia.
—¡Eres un maldito! No te atrevas a besarme de nuevo Harper, porque para la próxima paso el coche por encima de tu inútil cuerpo.
La chica toma su cartera pasando a un lado de él, abandona la oficina de George lanzando la puerta de un portazo.
El CEO se queda suavizando su mejilla mientras que recuerda ese beso, luego desliza los dedos de su pómulo hasta sus labios los cuales saborea.
—¡Sí que es una fiera! —sonríe de medio lado.
[…]
—Ese maldito hijo de puta como se atreve a besarme, ¿Qué demonios se cree ese imbécil? —Denise farfulla mientras que sube a su coche —. Es un animal, como un salvaje actúa el desgraciado.
Enciende el coche echa una furia, pero antes de ponerlo en marcha recuerda ese violento beso en su oficina, Denise parpadea reiteradas veces al darse cuenta de que ella le respondió al maldito beso.
Toca sus labios y frunce el ceño.
—¿Por qué le respondí a ese beso? ¿Qué diablos me paso? —musita.
Era extraño en ella que hubiera permitido una cosa como esa y menos viniendo de un Harper, Denise niega.
—No se puede volver a repetir, no se lo pienso permitir. Si cree que se burlara de mi está muy equivocado ese idiota.
En eso su teléfono comienza a sonar sacándola de sus cavilaciones, Denise reacciona y busca con desespero el aparato hasta encontrarlo.
—Hola madre.
—¿Han firmado ya?
—Si.
—¿Tienes la copia? —Denise traga saliva.
—Me la harán llegar por la tarde a la oficina.
—Bien, te espero en la oficina, ven ahora mismo.
Su madre le cuelga la llamada sin siquiera despedirse de ella, Denise mira el teléfono y luego muerde sus labios. No le esperaban cosas buenas con su madre de eso estaba completamente segura.
Suelta el aliento contenido y pone el coche en marcha…
para las que leyeron el esposo de mi jefa, aqui esta el libro II, espero que les guste un beso para todas mis amores.
Regresar a la casa con George se sintió realmente bien, Denise estaba más que feliz por haber vuelto con su esposo y poder retomar su relación con él. Nunca espero que él la buscara para aclarar los problemas.Al menos ya no existía ningún secreto entre ellos dos y de ese modo podía comenzar una nueva vida al lado de su esposo y con su futuro hijo.Denise ya llevaba un par de días descansando en casa, el doctor le recomendó hacerlo ya que estaba un poco baja de peso y su cuerpo muy cansado. Así que George solo la malcriaba en casa.Esa mañana, su esposo salió de casa para ir a trabajar. Denise se queda en casa como lo estaba haciendo últimamente, la joven se dispuso a buscar algo para comer cuando escucha el timbre de la puerta.Se extraña puesto que George le dijo que dudaba mucho que su madre la visitara ese día, sin embargo, ella se encamina hasta la entrada y abre la puerta normalmente. Pero luego de hacerlo se percata de que había sido un terrible error.—¡Mónica!—¿Ya no soy madr
Esa mañana Denise despertó un poco antes de su hora normal, la joven abre los ojos sintiéndose verdaderamente agotada. Era como si no hubiera dormido absolutamente nada, se sienta en la cama para luego ponerse en pie y dirigirse al diminuto cuarto del baño.En cuanto da algunos pasos hacia el mismo escucha que tocan la puerta de su apartamento que la hace detenerse en seco.Ella parpadea varias veces puesto que cree que aún seguía dormida, pero vuelve a oír los golpes en la puerta que la llevan a mirar hacia la misma. Frunce el ceño puesto que ella no conocía a nadie en ese lugar y mucho menos había hecho amistades.Se encamina hasta la puerta con pasos perezosos…—¿Quién es?George al escuchar la voz de su esposa ensancha los ojos, ¡era ella! No existía dudas, era su esposa, finalmente la había encontrado, no lo podía creer. Era ella, el CEO sonríe abiertamente al mismo tiempo que coloca la mano en la puerta.—Denise, soy George.La joven retrocede dos pasos en cuanto oye la voz de su
George regresa la mirada hacia la ventana, sabía que ella era fuerte, pero igual temía por su esposa. Además, la extrañaba mucho, eran tres meses sin ella. Nunca imagino que estaría separado de Denise por tanto tiempo.—¿Cuánto tiempo debo esperar? Quiero estar con mi esposa, abrazarla, la quiero conmigo. Ella debe estar a mi lado.—Se que pronto la van a encontrar, estoy segura de eso hijo.Él también lo deseaba, no veía el día que el detective le dijera que finalmente la encontró. Es que cuando llegara ese día no perdería el tiempo en tonterías, viajaría inmediatamente para ir a buscarla.[…]—Buenos días, Lorena. Has llegado muy temprano, como todas las mañanas.—Me desperté y ya no pude dormir más.—Eres la única empleada que tengo que llega temprano para ayudarme, las demás siempre dan excusas.Ella le sonríe a su jefa mientras que ambas ingresan en la cafetería. Esa mañana era fría y lluviosa, muy poca gente se podía ver en la calle, y era bueno ya que el trabajo era escaso.—Po
—¿Cómo sabes eso? —Phil pregunta.—La misma Mónica me lo dijo.—Pobre muchacha —musita la madre de George, y aquellas palabras lo hace pensar en que su esposa no tenía a nadie más que a él.[…]Por la mañana cuando Phil y Ciana bajan ven a su hijo tomar las llaves del coche y dirigirse a la salida.—Es muy temprano —farfulla su madre —. ¿Ya te sientes mejor?—Necesito verla, no pude dormir en toda la noche pensado que ella estuvo sola en casa sin entender que pasaría entre nosotros.Sus padres lo ven salir de la casa sin decir una palabra más, ellos solo esperaban que su hijo pudiera resolver sus problemas con su esposa, a pesar de que ella obro mal, ambos padres pensaban que Denise amaba a George.Bueno, aquel pensamiento era más de Phil que de Ciana quien aún mantenía sus dudas.[…]El CEO conduce con prisa para poder llegar a casa lo antes posible, después de pasar la noche en la casa de sus padres se arrepintió profundamente de haber dejado sola a Denise. Realmente ella estaba sol
—Denise no ha estado engañándome, pero tu… tu sí que eres mala y calculadora.—Mi hija es una actriz. Con el pasar de los años ha aprendido bien a saber manejar las cosas, pensé que lo lograría contigo. Cuando me conto lo que planeaba le dije que desistiera, pero ella se empeñó en seguir.Mónica niega mientras que sigue fumando.—Nunca imagine que llegaría a tanto contigo, te ha enamorado por completo, que iluso eres al seguir defendiéndola de esa forma.—He venido aquí para decirle que la dejes en paz, yo cuidare de ella de ahora en adelante así que no quiero que te entrometas más en nuestra relación.—Como quieras —hace un gesto con los dedos —. Puedes quedártela si quieres, hacer con ella lo que quieras, es ahora toda tu responsabilidad y ya no es la mía.George se da la vuelta para encaminarse a la salida.—te recomiendo que hables con ella sobre esto, yo que tú no me confió mucho de lo que diga a su defensa.Él escucha, pero no se detiene. Solo oye como ella se ríe y aquello lo c
—¿Has tenido algo que ver con todo esto, Mónica? —la pelirroja se pone en pie rápidamente mostrándose completamente indignada.—¡Como se te ocurre decir semejante barbaridad!—¿Es así? Mónica, porque te conozco bien es que estoy diciendo todo esto, se que siempre tienes algo que ver cuando pasa cualquier cosa que sea negativa o problemática.—Eres un infeliz, ¿Cómo te atreves? Yo jamás hubiera expuesto a mi hija a todo esto, ella sola se ha armado todo este show barato.Phil no estaba tan convencido de las palabras de esa mujer, era una arpía traicionera. No se podía confiar del todo en ella, quizás solo intentaba zafarse de aquel embrollo. O quizás todo podía ser mentira, pero ¿y si no lo era?—Denise tendrá mucho que explicar a mi hijo.—Por supuesto, ese es su asunto y no el mío. De todos modos, vine a ponerte al tanto de la situación, los negocios serán de ahora en adelante con mi persona. Mi hija ya no tiene nada que ver con todo esto.—Eso me ha quedado muy claro, Mónica.Ambos
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