Maxime
El silencio reina en el apartamento. Léa sigue en el sofá, con los brazos cruzados, su mirada fija en la mía. Espera explicaciones, y sé que no dejará el asunto.
Retiro lentamente mi camisa manchada de sangre y la tiro sobre una silla.
— Dime qué pasó, Maxime.
Mi mandíbula se tensa.
— ¿Realmente quieres saber?
Ella no parpadea.
— Sí.
Me acerco y coloco mis manos sobre sus hombros.
— He solucionado un problema. Alguien me ha traicionado.
Sus ojos se agrandan.
— Y tú... ¿lo has...
— Hice lo que tenía que hacer.
Ella retrocede un paso, una sombra de incertidumbre cruzando su rostro.
— ¿Me estás diciendo que has matado a alguien esta noche?
Suspiré, pasando una mano por mi cabello.
— Léa, este mundo no funciona con juicios y abogados. Son ellos o yo.
Ella baja la mirada, su respiración ligeramente temblorosa.
Me acerco de nuevo y deslizo un dedo por debajo de su mentón para obligarla a mirarme.
— Moretti no se detendrá. Debo golpear antes que él.
Ella frunce el ceño.
— ¿Y yo en tod