Ver al brujo tan cerca de Isabel, me llenó de terror, tenía que hacer algo para alejarlo, para regresarlo al infierno de donde nunca debía haber salido, miré a mi alrededor, parecía no haber nadie que me observara, use mi poder para transformarme en un Águila y fui tras él pero su maléfico poder era muy grande, desapareció ante mis ojos, sobrevolé la ciudad y no encontré nada, lo cual me hizo pensar que se había tratado de una proyección astral y solo conocía a dos brujos que tenían el poder de hacer eso y uno era yo …
Esa noche hice guardia sobre el palacio de Icazar, pero el cuervo no se apareció por allí, aunque con el poder de proyectarse astralmente, podía entrar y salir del palacio muy fácilmente, aunque no creía que se atreviera a hacerlo mientras yo estuviera allí, ya que si había alguien a quien le temieran los brujos, era a mí, el único ser con el poder para custodiarlos personalmente hasta el infierno, pero también debían ser muy cuidadosos con su cuerpo humano, ya que si l