—Bueno, me voy a lavar y descansar un rato. No hablaré más contigo. Es aburrido hablar demasiado, yo hablo como una anciana de unos setenta u ochenta años. ¡Qué raro!
Juliana salió de sus recuerdos, le hizo una mueca a Senona a propósito, luego se dio la vuelta y fue al baño en la habitación.
Senona