—Lo siento.
No sabía por qué se había olvidado de sus familias.
La madre, que abrazandola, se preocupaba mucho por ella, definitivamente amaba a Juliana muchísimo.
Pero la chica no sabía nada.
Aparte de estas dos palabras, Juliana no sabía qué deber decirle a su madre, que lloraba tristemente frente