—¿Tía, qué estás haciendo?— Ánsar miró a Juliana con una expresión de confusión mientras ella presionaba el botón del ascensor.
Juliana bajó la cabeza y le sonrió.
—Estoy haciendo una apuesta, querido.
Ante la mirada aún más perpleja del niño, Juliana sonrió aún más ampliamente.
—Eres demasiado jo