Juliana vio que estaba a punto de subir la otra manga con su mano derecha y frunció el ceño.
—¿No te dije que no uses tu mano derecha? ¿No te das cuenta de que te lastimaste la mano?— se acercó a Emiliano y detuvo su movimiento. Miró en el cajón y sacó una corbata azul oscuro.
—Esta, creo.
Miró el c