En el consultorio de Roberta.
Stefania llegando.
—Hola, Roberta, ¿cómo estás? —le preguntó dándole un beso en la mejilla.
Roberta estaba sonriendo.
—Hola, hoy sabremos el sexo del bebé.
Stefania estaba emocionada.
—Sí, quiero tener un varoncito; me encantaría tener de nuevo una niña.
—Vaya, pensé que quería un varón, como diera lugar —comentó ella sonriendo.
—No, nada que ver, aunque Dante sí desea tener un varón —le comentó Stefania, risueña.
—¡Hombre! Tiene que ser —dijo Roberta seria.
—Ja, ja, ja, ja, ja, sí, quiero tener su apellido a salvo.
—Je, je, vamos para el consultorio.
Stefania estaba extrañada.
—No hay nadie.
Roberta estaba sonriendo.
—No, es que les dije que vinieran a las cuatro; Alessia también viene. Tenemos que esperarla.
Stefania estaba extrañada.
—¿Y eso?
—Chequeo rutinario —comentó ella divertida.
—Está bien, ya me había asustado —dijo Stefania exagerando.
—Vamos —dijo abriendo la puerta del consultorio.
—Sí —dijo siguiéndola.
Roberta encendiendo los aparatos.
—Va