Capítulo 113

Yo estaba bien aunque muy asustada eso sí. Me había golpeado los codos, se rompieron mis uñas por aferrarme al asiento y estaba aún angustiada y aterrorizada por la horripilante experiencia. Igual se sentía el piloto. Soplaba su angustia una y otra vez. Fue en ese mismo instante, en ese milésimo de segundo que vi a Perkins. Estaba tumbado delante del carro, en la parte del copiloto, hecho un ovillo. -¿Estás bien?-, le pregunté aturdida.

Perkins me miró y sonrió. -No, Jenny, no estoy bien, me dieron-, me contestó haciendo brillar sus ojos con la voz trémula y apagada. Él se sujetaba el pecho. ¡¡¡Le habían atinado un balazo!!!

Llevamos de urgencia a Perkins a un hospital cercano. -Está mal herido-, me dijo el médico que lo recibió en el quirófano. Yo me metí hasta allí, sin soltarme de la camilla que lo trasladaba pero en la puerta las enfermeras me desalojaron a empellones. -¡¡¡Soy periodista!!!-, ladraba yo furiosa, sin embargo lograron sacarme de la sala de operaciones.

Hil
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