CAPITULO XIX
EL PODER DEL FUEGO
La noticia de la llegada del galeón inglés, no agradó a ninguno de los dos capitanes, ni al holandés ni al español. Suponía un reto y comprendían que quizás esta vez los puritanos, cambiarían de bando si la propuesta se hacía en firme. Van Calder y Alonso de Matrán se apartaron del resto e intercambiaron impresiones en un extremo del poblado indio. Una amenaza muy real, se cernía sobre los dos galeones y sobre un futuro que antes parecía brillante para ambas naciones y que comenzaba a eclipsarse.
-Si estos hombres deciden formar una colonia en estas tierras bajo el cetro del rey inglés, nosotros no podremos acceder a estos lares, ¿no os parece señor?-le sugirió el español al holandés, en un intento de ganárselo.
-Comprendo lo que me tratáis de decir señor, pero anda podremos hacer si no deseamos enfrentarnos, no solo al rey de Inglaterra sino a la nación india que será su aliada.
-¿Qué proponéis al respecto capitán Calder?
-Deberíamos partir cuanto ante