Mientras Paola caminaba por el hospital hasta la sala de espera de terapia intensiva la desolación se apoderó de ella, los largos y solitarios pasillos agregaban una sensación aún más profunda de tristeza a su ya decaído estado de ánimo, su madre se levantó de inmediato de su asiento con actitud defensiva.
—¿Cómo te atreves a venir aquí?—, preguntó levantando la mano y golpeando con fuerza el rostro de Paola haciendo que esta cayera de rodillas.
—Es mi padre—, respondió Paola colocando su mano sobre la piel enrojecida y dolorida.
—¿Ahora si lo recuerdas?, tu eres la culpable de que tu padre esté en ese estado,
casi lo matas.
—Madre yo…
—O es que ¿viniste a intentar terminar tu trabajo.
—Sé que estás dolida pero no digas algo así, son mis padres, los amo, ¿no deberían de estar de mi parte?
Su madre nuevamente levantó la mano con la intención de golpearla de nuevo pero de pronto se detuvo, —Eres tan egoista, solo piensas en ti, tus hijos están sufriendo solo porque ahora quieres ser libre.
—Entonces Santiago tiene derecho a engañarme sin responsabilidad porque me casé con él y nada más.
—Tienes que dejar de vivir de ilusiones pon los pies en la tierra, ya no estás para buscar el amor, aprende a callar tu prioridad son ellos.
—No lo entiendes, tus elecciones fueron decisiones tuyas, quien dice que fueron acertadas, no quiero que mis hijos crezcan viendo una madre débil e infeliz.
En ese momento Santiago salió de la terapia intensiva visiblemente tenso, —No es lugar para arreglar disputas familiares, por favor guarden silencio y respeto por los pacientes.
Graciela se adelantó y tomó a Santiago del brazo, —lo siento, pero por favor dime ¿cómo está mi esposo?
—Danilo, tuvo un infarto miocardio agudo por ahora está estable pero es necesario operarlo urgentemente.
—¿Qué debemos hacer?, se necesita algo—, preguntó Paola.
—Le realizaré un cateterismo y otros estudios, pero debo contactar a un cirujano cardiovascular para que realice la operación de corazón abierto ya tengo la información del más preparado del país, pero no es fácil contactarlo.
—¿Sabes su nombre?
—¿Qué piensas hacer?, se te olvida que yo soy el que tiene contactos en este medio.
—No tienes que ser tan arrogante.
—Hablemos en privado—, Santiago le exigió.
Se disculparon con Graciela y entraron en una pequeña habitación privada desocupada y la primera en hablar fue Paola, —¿que pretendes trayendome aqui?
—Si te digo que tomarte aquí mismo, para hacerte entrar en razón mientras te hago gritar.
—Absurdo, de verdad que tu ego es tan grande que no cabe en esta habitación, ¿acaso te crees un semental infalible?, no eres el gurú del placer ni nada especial.
—Soy el único hombre que te ha tocado, no tienes con qué comparar.
—¿Qué es lo que realmente quieres?
—Que me permitas volver a casa.
—No, ya esto lo hemos hablado.
—Perra, seguro ya me tienes sustituto.
—No te cansas de insultarme, presionarme, no te entiendo de verdad, ¿esperas más de mi?, te di 10 años de mi juventud, te apoye y nunca he sido la mujer de tu vida, solo insistes por apariencias.
—No tienes nada, no puedes mantenerte y pienso quitarte a los chicos, tengo dinero y contactos para hacerlo.
—Basta, estoy aquí por mi padre es la prioridad.
Santiago la tomó por la cintura y le dió un beso forzado y violento, —no vas a ser de nadie más, aún te deseo.
—Eres un enfermo, para ti el sexo es un vicio, eres un adicto.
—Si continúas con el proceso de divorcio no moveré un dedo para que operen a tu padre, tienes en tus manos la vida de Danilo.