13. Mantenerse firme.
Su padre entró en la sala visiblemente molesto, —mi nieto me ha llamado, ha sido el único que me ha contado lo que ocurre y no estoy ni nunca estaré de acuerdo con la decisión de divorciarte.
—Padre, no quiero ser irrespetuosa, siempre he tomado en cuenta tus consejos desde que era niña pero esta vez no cederé, ni cambiaré de parecer.
—Acaso eres una niña, para vivir de las ilusiones y tomar decisiones sin medir consecuencias o de manera precipitada, tienes dos hijos, una estabilidad que cuidar, no tienes profesión ni trabajo, eres mayor de 30 años, sé realista, ¿como piensas mantenerte y a tus hijos?
—No soy una niña, eres tú quien pretende tratarme como tal, soy suficientemente adulta para tomar mis decisiones con o sin el apoyo de ustedes, ya pensé en todos los puntos en contra que intentas hacerme ver y estoy segura que puedo con ello.
—Por favor hija.
—Asi me toque trabajar recogiendo la basura, limpiando la calle, lo que sea necesario para vivir tranquila y en la realidad, no