7. Me perdí en el.
Por un momento Mateo se dejó llevar y se preguntó cómo muchas veces en el pasado, “¿Y si…?”, pero cuando estaba por besar aquellos labios que tanto había deseado.
—Señor Villanueva su pedido ya fue entregado—, la voz del camarero de piso lo sacó de su ensoñación.
“No puedo aprovechar la situación y aún más si Paola está bajo los efectos del alcohol y sufriendo por el amor de su esposo, no puedo empujarla a más confusión y sufrimiento, ni siquiera sé qué decisiones tomará a partir de ahora”, reflexionó Mateo mientras se apartaba del amor de su vida.
—Pao, te dejaré para que te puedas dar un baño con libertad, te espero afuera—, dijo colocando una toalla, y una bata de baño cerca para que no tuviera el riesgo de caerse.
—De acuerdo.
Unos minutos más tarde ya sin los efectos del alcohol y con la mente y emociones más claras, Paola salió del baño completamente apenada, —Mateo, lo siento, estoy completamente avergonzada.
—No tienes que sentirte así, tonta, sabes que pase lo que pase siempr