Después de lo sucedido en la clínica, Betty no vino a trabajar con nosotros, debía quedarse en casa bajo cuidados durante tres días. Mañana era Navidad y no íbamos a trabajar, estaremos reunidos en familia.
No podía negar que me encontraba nervioso ante la respuesta de Bodoque, no tenía idea por qué le pedí el subir un poco a la intimidad entre nosotros. —sonreí como un tonto—. Si me ponía a pensar no me imaginaba tocando a Catalina, pero cuando la tengo cerca, cuando la beso, cuando ella juega con mi lengua y besa mi cuello solo deseo hacerla mía.
—Nos toca cantar.
Dijo Lucas. Salimos al escenario, en esta ocasión canté varias baladas en la que incluí una mía. Se la escribí a Catalina cuando se murió el señor Luis.
—Una vez más muchas gracias por estar aquí. —Le dije a la audiencia, estaba sentado en un taburete, con la guitarra que me regaló, Bodoque—. Ahora voy a compartir una canción de mi autoría. Espero sea de su agrado, se la compuse a alguien muy especial.
Nunca Cambies
I
Yo