Por fin salió Betty de cirugía. El doctor Evans dejaba sus implementos a un lado, la sacaremos del coma inducido en el que la teníamos.
—Ahora solo toca esperar a ver cómo reacciona, es muy reciente todo y su cuerpo debe de dolerle mucho. Pobre muchacha.
—Dímelo a mí, cuando me partí la muñeca hace años jugando basquetbol me quería morir, ahora mi niña que tiene la tibia y el peroné fracturado, una cesárea con todas las hormonas desestabilizadas, una operación en el pulmón, una costilla astillada, ahora el cerebro removido. Si abre los ojos sin ninguna secuela sería un triple milagro.
—En cuatro horas estará reaccionando estaré pendiente por si debemos sedarla, la reacción cerebral sabes que genera cierto traumatismo.
—¿Qué le digo a la familia?
—Por ahora que resistió la operación.
—Gracias, Christofer. Te debo una.
—Me tomaré unas vacaciones en quince días, ¿me darías posada en tu casa?
—Por supuesto, en menos de un mes es la boda de mi hija Catalina. Mi madre debe llegar la