El salón de conferencias de Nova Lab estaba completamente lleno entre el lanzamiento del nuevo medicamento y los rumores de romance entre los CEO’s de las dos primeras farmacéuticas del país los periodistas estaban felices con el llamado. Había cámaras, micrófonos y voces ansiosas.
Isabella entró puntual. Con un traje blanco impoluto que contrastaba con la tensión en el ambiente. Cada paso medido, cada mirada calculada.
Alex entró después. Sin corbata, relajado como siempre y se posicionó a su izquierda.
Carla, la asistente, pidió silencio para comenzar la conferencia y que algunos medios transmitían en vivo.
Los medios tenían hambre del escándalo. Isabella tenía fuego para servirles… pero a su manera.
—Gracias por venir —comenzó—. Esta empresa ha enfrentado muchas cosas: competencia desleal, machismo, intentos de sabotaje… pero lo que más nos amenaza no son los errores científicos, sino los chismes con intenciones políticas.
Las pantallas detrás de ella mostraron imágenes de los titu