Velkan sostiene el cuerpo de Evelyn al notar que deja todo su peso sobre sus brazos, se aleja de su cuello cuando se siente satisfecho de ella. Acaricia la mejilla de su amada con dulzura, aún estaba muy débil para alimentarlo.

Sin embargo, cumpliría su palabra de no volver a alimentarse de otra mujer que no fuese ella.

[…]

Al siguiente día, Evelyn despertó abruptamente quedándose sentada en la cama, mira hacia un lado y percibe que Velkan no estaba con ella. frunce el ceño al mismo tiempo que desliza la mano por la curva de su cuello sintiendo que no tenía marcas.

¡Nunca quedaban!

Se pone en pie y después de alistarse abandona su habitación para buscar a Elena, cuando se percata se da cuenta de que no era de mañana si no de tarde, ahora estaba durmiendo mucho más de lo habitual, ¿sería normal?

—Has dormido mucho esta vez.

—Elena, ¿Por qué me dejas dormir tanto?

—Tu cuerpo lo pide, no está bien que se te interrumpa, además, estas alimentando al amo, necesitas dormir lo suficiente para