Amy:
Me sujeta por la cadera, retoma el ritmo y me folla con más fuerza y rapidez.
Sus sacudidas reverberan dentro de mí, haciendo que mi cuerpo irradie ondas de
placer. Sigo aferrándome a las sábanas con las manos.
Cada vez chilló más alto
mientras la tensión en mi interior se vuelve insoportable, intolerable… Y después
me rompo en mil pedazos; mi cuerpo palpita sin cesar alrededor de su enorme erección. Gime y clava los dedos en mi piel mientras me agarra la cadera con más fuerza y siento que explota contra mi trasero con su polla sacudiéndose dentro de mí cuando encuentra su liberación.
Cuando ha terminado, sale de mí y retrocede. Temblando por la intensidad del orgasmo me desmorono sobre el costado y giro la cabeza para mirarlo.
Está de pie con la cremallera de los vaqueros bajada y su pecho sube y baja debido a su respiración acelerada. Su mirada está llena de deseo constante al observarme, sus ojos fijo en mis muslos, donde su semen gotea lentamente de mi sexo.
Me sonroj