Mundo ficciónIniciar sesiónSalí de la casa con el corazón desbocado; cada paso parecía afastarme de la muerte, pero entonces sentí un tirón brutal en el pelo. Un shock recorrió mi cuerpo y, antes de que pudiera gritar, fui arrastrada de nuevo hacia dentro.
El suelo de madera vieja arañó mis rodillas mientras intentaba soltarme, pero aquel hombre me sujetaba con una fuerza inhumana.
— ¡Suéltame! — grité con la voz llena de adrenalina y rabia, apretando la pistola con todas mis fuerzas.
Él se rió, cruel, y el estómago se me heló. Era él. El mismo al que había disparado momentos antes. ¿Cómo coño seguía en pie? ¿No debería estar tirado en el suelo con el balazo en el abdomen? El cor







