(Larissa)
¿Sabes ese tipo de día que parece un poco fuera de eje? Así fue. Salí con prisas, un poco tarde para una reunión que al final se canceló en el último minuto. Decidí dar un paseo, tomar un café, intentar ordenar las ideas. A veces, solo respirar un poco lejos del caos ya ayuda.
Entré en aquella cafetería con encanto que siempre veía de pasada, pero en la que nunca me detenía. Pedí un cappuccino y me dirigí a la estantería de libros en la esquina. Era de esas cafeterías que intentan ser modernas y culturales al mismo tiempo.
Entonces escuché una voz familiar.
— Vaya… Si hubiera sabido que venir a Brasil me iba a traer otro encuentro co