Mundo ficciónIniciar sesiónEntré en el coche con un suspiro pesado. El garaje estaba tan silencioso como siempre, y por un momento pensé que tendría unos minutos para ordenar la cabeza antes de ir al hospital. Me puse el cinturón, ajusté el espejo y ya estaba llevando la mano al contacto cuando escuché el sonido de la puerta del copiloto abriéndose de golpe.
Fue demasiado rápido. Antes de que pudiera reaccionar, sentí algo frío presionando contra mi abdomen.
Giré el rostro despacio.
Chiara.
Estaba allí. Despeinada, con los ojos hundidos, el maquillaje corrido y una pistola apuntándome con las manos temblorosas. Pero lo que más me asustó no fue el arma, sino su mirada. Totalmente fuera de sí.







