Mundo ficciónIniciar sesiónBajé la cabeza y respiré hondo.
—Hace un tiempo, cuando vivía en Nueva Libertad… pasó algo, mamá. —cerré los ojos, sintiendo de nuevo el dolor aplastarme—. Y murió una mujer, alguien que pensé que era la persona correcta para mí.
Empecé a contarle todo lo que había pasado y, a medida que hablaba, sus ojos se iban llenando de tristeza y las lágrimas caían por su rostro, pero en ningún momento me juzgó.
Solo esperó, en silencio.
—No quería… no fue a propósito. Pero… estaba allí, podría haber actuado de otra manera y, quién sabe, quizá lo habría evitado. Entonces llegó Valter y







