Ava Hills.
Quiero pedirle a Brad que se quede un día más, pero no me parece adecuado, él está descuidando sus asuntos por estar a mi lado.
—Me quedé un día más de lo previsto. Ya debo volver a mi clínica.
—Te lo agradezco,yo te acompaño hasta el hangar y luego me voy al gimnasio.
Mi amigo se fue más tranquilo, él se preocupa mucho por mí.
En su ausencia mi refugio era el gimnasio, allí liberaba mi furia y me enfocaba en mis objetivos.
Ese día al terminar mi rutina de ejercicios, fui confrontada por una realidad que no podía ignorar.
Vi a Noah, y el fuego de la ira dentro de mí se reavivó instantáneamente.
No podía dejar que sus acciones quedaran sin respuesta.
—¡Noah! — grité, avanzando hacia él con determinación.
Sus ojos se abrieron de par en par, reconociendo sin duda la intensidad de mi voz y la visceralidad de mi mirada.
Sin perder tiempo, me volví hacia mis guardaespaldas.
—¡Tráiganlo! —ordené, alzando la mano justo antes de que él tuviera oportunidad de reaccionar.
Ellos