Liam Jones.

Con mis maletas listas y las ilusiones a mil por hora, me encargo de ultimar detalles en la manada.

—Tienes mi teléfono, en caso de emergencia no dudes en llamar.

—Alfa, le deseo suerte y esperamos tener a la Luna de Resplandor de regreso.

Las palabras de Beta Luis las grabé en mi mente mientras me despedía de él.

—Es lo que más deseo. Me preocupa dejarte el peso de mis obligaciones.

—No se preocupe, Alfa. Vaya tranquilo. Con respecto al Omega Oliver, hemos abandonado la búsqueda.

Esa frase sombría añade peso a mi corazón.

—De eso te iba a comentar —respondo, tratando de mantener la calma frente a la verdad que a todos nos duele—. Tal vez él decidió irse de Resplandor, y debemos respetar su dolor.

Mi voz tiembla ligeramente al confesar lo que he estado tratando de evitar pensar.

El peso del sufrimiento de Oliver es un espejo de mi propia angustia, otro recordatorio de que la vida puede ser cruel e injusta.

A veces, me pregunto si realmente sabemos cómo lidiar con el dolor