Ava Hills.
La tarde había comenzado como cualquier otra, hasta que recibí la llamada de mi hermana.
Su voz sonaba tensa, casi entrecortada, y eso era suficiente para que mi corazón se acelerara.
—Ava, necesito que escuches esto. Te voy a enviar un audio muy importante sobre los Davis. ¡No te imaginas! — dijo con urgencia.
Mis piernas temblaron, pensé que era relacionado a mi envenenamiento mientras respondía de manera automática.
—Está bien, mándamelo.
En el fondo, una inquietud comenzó a formarse.
¿Qué tenían que ver los Davis conmigo y por qué urgía tanto a mi hermana?
Sintiendo mucha angustia, decidí que no podía quedarme quieta esperando.
Cuando finalmente recibí el mensaje, mis manos temblaban al presionar el botón de reproducción.
El sonido de las voces llenó el aire, y a medida que prestaba atención, comprendiendo lo que estaba escuchando me quedé congelada.
Era una conversación entre Mel y Liam.
Mis instintos me gritaban que era una prueba confiable de la inocencia de Liam.
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