Liam Jones.
—¿A dónde vas con esa maleta hijo? —Mi padre se mostró sorprendido.
—Siento mucho no poder atenderte, agradezco tu visita, pero voy saliendo para Francia.
La expresión de su rostro mostró enojo, era obvio que sabía que iría al encuentro de Ava.
Lo dejé parado allí en mi sala y le dije a mi chófer que me llevara.
Necesitaba despejar las dudas de una buena vez, me dolía mucho pensar en la posible culpabilidad de Ava.
El vuelo a París se sintió como una eternidad. Mientras el avión surcaba las nubes, mi mente se debatía entre perdonar o juzgar a Ava.
Muchas dudas invadían mi cabeza, ¿Era posible que Ava, la mujer que creía conocer tan bien, estuviese detrás de algo tan turbio?
Mi corazón me decía que eso era imposible y mi sentido común me recordaba que ella había cambiado mucho desde nuestra separación.
La idea me atormentaba. No era solo una simple acusación; era un intento de apagar mi vida.
Cuando finalmente aterrizamos, mis sentimientos eran un caos.
La ciudad de luces m