Liam Jones.
El congreso de empresarios había concluido y la atmósfera estaba impregnada de un aire festivo.
El sonido de las copas chocando, risas y charlas se mezclaba con el suave murmullo de una música de fondo.
Tenía una copa de champagne en la mano, pero mi mente estaba completamente distraída.
Mientras todos bebían y celebraban, yo solo tenía ojos en:
Alfa Edwards Hills. Desde que llegué, no pude evitar mirarlo; me intrigaba el secreto que me había ocultado.
Había esperado este momento para preguntar de frente, el motivo de su traición a nuestra amistad, él sabía de mi sufrimiento por Ava y nunca me dijo nada.
No podía dejar pasar la oportunidad. Tarde o temprano tendría que lidiar con esto.
Me acerqué con determinación a Edwards.
—Alfa —dije cuando estuve a su lado, intentando mantener la calma mientras miraba su expresión—. Con usted quería hablar. Jamás pensé que fuera así. ¿Cómo me pudo ocultar que Ava es su hija? Estoy decepcionado.
Su mirada se endureció, y por un momento