96. ¿100 monedas de oro?
Josephine se levantó silenciosamente, ajustando las mantas una última vez antes de hacer un gesto a Malcolm para que la siguiera fuera de la habitación. Con pasos suaves, ambos salieron, dejando la puerta entreabierta para que la luz del pasillo entrara tenuemente.
Una vez solos en el corredor, Josephine se lanzó a los brazos de Malcolm, quien la recibió con la familiaridad de quien ha esperado ese momento durante toda una eternidad. Sus labios se encontraron en un beso profundo, cargado de años de añoranza y de un amor que ni el tiempo ni la magia habían podido borrar, mientras la besaba, Malcolm sonreía entre el medio del beso, levantando un poco a Josephine en el proceso, mientras la sujetaba por la cintura.
—Te he extrañado cada día, cada hora durante estos últimos once años… —susurró Josephine cuando finalmente se separaron—. Hubo momentos en que creí que jamás volvería a verte, pero aun así te recordaba.
Malcolm tomó su rostro entre sus manos, observándola como si quisiera memori