89. Cuando el detallista es el corazón
Apenas habían logrado poner una distancia prudente entre ellos cuando los mellizos aparecieron en lo alto de la escalera. La visión de los pequeños con sus ropas nuevas provocó una sonrisa inmediata en los adultos, especialmente en Josephine.
Lyra descendía con pasos pequeños y cuidadosos, luciendo un vestido amarillo pálido que flotaba suavemente a su alrededor. La sencillez del diseño resaltaba su belleza natural, con un lazo discreto en la cintura y un pequeño cuello sencillo pero bonito. Los ojos de la niña brillaban con emoción mientras sostenía los bordes del vestido con las puntas de sus dedos, como si temiera estropearlo con el más mínimo movimiento.
Detrás de ella, Zacary bajaba con la barbilla ligeramente elevada, con una nueva confianza visible en su postura. Vestía una camisa color crema de lino fino que contrastaba perfectamente con su piel, pantalones de cuero de excelente calidad y botas nuevas que brillaban con el pulido reciente. A pesar de sus esfuerzos por mantener u