60. El aroma del deseo
Zacary y Lyra dirigieron inmediatamente sus miradas hacia su madre, buscando silenciosamente su aprobación. El pequeño Zacary entrecerró los ojos con desconfianza, y al instante su rostro infantil se endureció con una expresión demasiado madura para su edad.
—No nos comprará con dulces, milord —declaró el niño con el ceño profundamente fruncido, y su voz firme a pesar de su corta edad.
Josephine aclaró suavemente su garganta mientras colocaba un plato humeante frente a Malcolm. El aroma de las hierbas y especias flotaba entre ellos mientras ella consideraba cuidadosamente sus palabras.
—¿Es un regalo sincero para los niños, o realmente intenta comprarlos, milord Alfa? —preguntó con curiosidad, sirviendo después su propia porción antes de ocupar la silla vacía que completaba el cuarteto.
Sin poderlo evitar, los ojos de Josephine recorrieron discretamente la escena que tenía ante sí, provocándole un involuntario suspiro. Los cuatro sentados alrededor de la mesa de madera pulida, como una