Todos que estaban sentados en el suelo de aquella área algo apretada, se acercaron para observar, y lo que vieron los dejó sin aliento. Vaporaria se extendía debajo de ellos como un paisaje de otro mundo. Cientos de chimeneas industriales se alzaban hacia el cielo, emitiendo columnas de vapor que creaban una neblina constante sobre la ciudad. Las luces brillaban a través de la bruma: luces eléctricas que solo había en los Dominios Elevados, resplandores de forjas, y el brillo distintivo de los cristales de energía que alimentaban la maquinaria más avanzada.

—¡Es enorme! —murmuró Lyra con asombro, asomándose por esa pequeña rendija— Jamás había visto algo así en mi vida —dijo, porque ni siquiera cuando estaba pequeña pudieron ver en su totalidad Altocúmulo.

—Y miren todas esas luces —añadió Zacary, viendo hasta donde podía—. Es como si las estrellas hubieran bajado a vivir en esas edificaciones, es… es increíble.

Logan y River observaron con ojos muy abiertos, procesando su primera vist