139. Lecciones del Distrito de las Sombras
Tiempo después, el grupo ya avanzaba en silencio por las calles angostas y zigzagueantes del Distrito de las Sombras. Malcolm caminaba junto a Josephine, manteniendo sus pasos sincronizados mientras sus manos se rozaban de vez en cuando. Delante de ellos, Gael y su familia marcaban el ritmo, por ser los conocedores de cada recoveco de aquel lugar olvidado por la luz del sol. Los niños formaban un pequeño núcleo en el centro del grupo, protegidos por una barrera: el hermano de Malcolm y su esposa los custodiaban por delante, mientras sus padres cerraban la formación por detrás.
El aire espeso llevaba consigo el aroma agrio del alcohol derramado, mezclado con humedad y sudor rancio. Malcolm entrelazó sus dedos con los de Josephine mientras se adentraban más en territorio desconocido, sintiendo como el contacto de la piel cálida de su Druida le daba tranquilidad.
Las tabernas improvisadas que pasaban salpicaban el camino como heridas abiertas en la roca. Por sus puertas entornadas escapab