109. El peligro se acerca
A medida que Derrick describía a Josephine, el rostro de Sarah se iba endureciendo, y la ira se formaba como una tormenta en sus ojos verdes.
—¿Y dices que estaba sola? ¿No viste a nadie más?
—No, milady. La casa parecía vacía excepto por ella, no olí a nadie más.
—¿Olía a sexo…? —preguntó, cruzándose de brazos.
—No, mi lady, no olía a sexo… —dijo, carraspeando su garganta —era una humana, como ya le mencioné y solo olía a comida y a… humana.
Sarah se levantó y caminó lentamente hacia la ventana, con su mente procesando la información. Había esperado descubrir a una vulgar campesina, tal vez incluso a una prostituta que Malcolm habría instalado para sus momentos de ocio. Pero esta mujer sonaba diferente, más refinada, más... permanente, y lo mas extraño es que no olía a sexo, y si ella se ponía a pensar, Malcolm tampoco cada vez que llegaba a casa.
«¿Podría ser posible que ese idiota de Malcolm no está haciendo nada con esa humana que seguramente trajo de Tierras Bajas?», pensó compre