65. La oferta o ¿amenaza?
Durante las siguientes dos horas, Malcolm le explicó la rutina diaria de los animales: cuándo debían ser alimentados, cómo y cuándo ejercitarlos, los cuidados específicos que cada uno necesitaba. Josephine escuchaba atentamente, haciendo preguntas ocasionales que revelaban un conocimiento más profundo del que Malcolm había anticipado.
—Nunca imaginé que una Druida supiera tanto de caballos —comentó mientras salían de los establos, y Josephine pensaba que ya era hora de que sus niños regresaran, aunque aun no era hora del almuerzo.
—Los druidas somos versátiles, milord Alfa —respondió ella con una sonrisa enigmática—. Aprendemos a valorar a todas las criaturas.
Y así, de regreso a la casa, Josephine comenzó a preparar el almuerzo mientras Malcolm estaba de pie, recostado sobre la pared de la cocina, mirándola trabajar.
—Tu comida es excelente —dijo Malcolm mientras se sentaba nuevamente a la mesa, tomando un trozo de pan que Josephine hizo en la mañana—. No recuerdo haber probado algo t