―Quizás porque no puede, nena. ―Besó su frente. ―Olvidemos el tema por hoy, ¿De acuerdo? Centrémonos en la graduación, en la madrugada debemos marcharnos al mundo sobrenatural y ahí no estarás menos estresada. ―Valentina apoyó la frente en el pecho de su chico.
―Me preguntaron si estaba embarazada.