―¿Ricardo? ―Valentina no se lo podía creer. ―¡Tahiel, basta! ―Le sujetó el brazo para que soltara el cuello del chico. ―Amor, no… ―Lo miró implorante, no quiere hacer una escena.
―Sigues siendo ese mismo niño insoportable de siempre. ―Tahiel dio un paso al frente, pero valentina se interpuso en su