Incredulidad, eso había en la mirada de los recién llegados, ¿Cómo era que ese tonto podía estar sonriendo y regocijándose de que los demás habían salido corriendo por saber que tenían las de perder? Tanok consideró en si arrancarle la cabeza o no.
―¿Les gustó el inicio de una noche inolvidable? ―L