—¿Señor? —Roco finalmente aparece frente a mí, su expresión de preocupación evidente—. ¿Qué hace fuera de la cama?.
—No me jodas —gruño, sin disimular mi irritación—. Estoy harto de estar ahí postrado.
—Pero...
—¿Y los preparativos? —lo interrumpo, directo al punto. Roco frunce el ceño, pero no s