|Artem Zaitsev|
Duele como el infierno. Al incorporarme, un gruñido se escapa de mi garganta. No he sanado del todo, pero no pienso seguir acostado en esta m*****a cama como si fuera un cadáver.
Dejo escapar un suspiro frustrado cuando la enfermera que Roco dejó a mi cargo entra apresurada al ver