Saco la grabadora de mi bolsillo y reproduzco la grabación editada donde Chiara declara en contra de ella.
—Esta grabación lo confirma todo —digo, deteniéndola en el momento justo—. ¿Aún pretendes culparme? Lo que te hizo esa gente no es mi responsabilidad.
—¡Estás mintiendo, maldito! —Margaret es