—Ojalá fuera solo eso —Thea rueda los ojos y se lleva un pastelito a la boca—. Vamos a la habitación de Lin. Tenemos que hablar...
—¿A mi habitación? —abro los ojos sorprendida mientras veo a Alonso incorporarse—. Thea, sabes que Alaric...
—Al diablo con él —me toma de la mano, y Alonso también ha