—¿Tú…? —se vuelve hacia mí, todavía incrédulo—. ¿Tú me acabas de pegar?.
—¿Ves a alguien más aquí?.
Se me queda mirando, lleva una mano a su mejilla, como si no supiera cómo procesar lo que acaba de suceder. ¿En serio lo dejé sin palabras con un solo golpe? ¿Soy tan fuerte? Ni que le hubiera afloj