—¿Otra… vez? —Aisling quedó atónita cuando Alaric le arrancó la ropa sin piedad, dejando su piel expuesta. Luego, con una mirada oscura, se desvistió frente a ella, sin desviar sus ojos de su cuerpo.
—Uno contigo simplemente no es suficiente —la levantó sin esfuerzo y la depositó en la cama—. ¿De