Sus manos temblaban, estaba nerviosa y su corazón latía acelerado. Sabía que tenía que actuar, cortar su relación con Marcus lo antes posible. El miedo a que Alaric descubriera algo la asfixiaba.
—¿Aisling? —la voz de Marcus sonó perpleja al otro lado—. ¿De verdad eres tú?.
—Sí, soy yo —respondió